lunes, 8 de noviembre de 2010

ES EL PARTIDISMO, ESTUPIDO

¿Qué enfermedad corre por las venas de la política? Qué hasta los encargados de practicarla y defenderla la rechazan. Frases como “eso es política”, “la culpa la tiene la política”, “esta politizado” son calificativos usados para desacreditar una protesta, un pedido sectorial o a un grupo.
En realidad confundimos política con partidismo. La gente está cansada del partidismo. Pero les han dicho –nos han dicho- que la responsable de nuestros problemas es la política. Cuando la falta de soluciones es consecuencia del partidismo que entorpece el quehacer de la política.
Según el diccionario partidismo: “es la adhesión radical a un partido, tendencia u opinión”. Siendo la política: “aquella práctica que se ocupa de gestionar, de resolver los conflictos colectivos en la comunidad”. Una acción partidista es seguir y apoyar a un partido político concreto. La política es el ejercicio y cuidado de nuestros derechos y obligaciones; las reglas a seguir tanto del empleado como del empleador; las normas de calidad, seguridad e higiene de un producto antes de ser vendido, la música o el libro que uno elige, etc..
Saturada, por la falta de respuestas a sus problemas la gente se manifiesta “apolítica”. Pero este es un error, porque la política atraviesa cada una de sus acciones desde el instante en que opta por hacer o decir algo. En su lugar, elijen manifestarse “apartidistas”. Los partidos políticos y los políticos son sólo una forma en que se ejerce la política.
Es un desafío para esta sociedad bicentenaria distinguir la diferencia y comenzar a revalorar la práctica política y resguardarla de quienes buscan desacreditarla para obtener beneficios propios. Entonces se constituye en un reto construir espacios para un ejercicio saludable de nuestra ciudadanía, basado en el compromiso y participación social.